viernes, 18 de junio de 2010

Entrevista a Gerardo Blyde


Por Ainara Alberdi y Victoria Sayegh


¿Qué estadísticas maneja la Alcaldía de Baruta en cuando a los secuestros?
Los secuestros normales o grandes o los tradicionales no son comunes en Baruta. Es más, no hay registro alguno desde que yo soy alcalde de ese tipo de secuestro. Básicamente son secuestros que se dan en zonas fronterizas, zonas de empresarios ganaderos, jóvenes empresarios muy ricos y los dos casos más sonados no han sido en Baruta. Uno fue a un directivo del banco Venezolano de Crédito y otro a un joven Azpúrua, que fue en el Hatillo donde era su residencia, y el otro fue en Libertador, en la Av. Boyacá. Son los dos casos más grandes que ha habido en el área Metropolitana.
En Baruta no se dan ese tipo de secuestros hasta ahora, gracias a Dios. Lo que sí se ha estado dando muy fuertemente durante el 2008 era esa modalidad llamada secuestro exprés que surgió con mucho auge durante el año 2008. Cuando yo recibo la alcaldía en diciembre del 2008 teníamos pues un problema serio de bandas de secuestradores que estaban ligadas a cuerpos policiales. Desgraciadamente había un índice alto de este tipo de secuestradores que ingresaban al municipio y básicamente estuvimos identificando las zonas donde cometían los delitos que eran Santa Paula, Prados del Este y Valle Arriba, donde el nivel es de clase media-alta e ingresaban bandas muy bien organizadas, muy bien armadas y muy bien equipadas. Por su forma de actuar detectamos que estaban algunas de ellas vinculadas realmente como bien lo decían algunos cuerpos policiales o habían sido ex policías o estaban ligados a algún policía activo en algún cuerpo de seguridad del estado porque su comunicación era por radios, tenían teléfonos celulares intercambiables y nunca usaban los mismos celulares. Ingresaban y tomaban a sus víctimas mientras esperaban que abrieran las puertas eléctricas antes de entrar a su residencia y las escogían muy bien dependiendo del tipo de vehículo y si estaba sola o acompañada. Preferiblemente mujeres o personas más jóvenes para no tener problemas con una persona de edad avanzada que podría tener problemas cardíacos y este tipo de cosas y no complicarse la vida y el negocio que para ellos resulta.
Al determinar las zonas donde se veía mayor ocurrencia y las horas de perpetuación del delito, que también ubicamos que se estaban cometiendo a partir de la 6 de la tarde, es decir horas de llegada de la gente a su residencia, es decir, 6-7-8 de la noche, aprovechando el fin del día y el comienzo de la nocturnidad, se les hacía más fácil el asunto y una vez que fuimos a hablar con muchos de los secuestrados nos enterábamos que, por ejemplo, alguien había sido secuestrado pero no ponía denuncia por mucho miedo. Entonces me tocó hacer una labor personal, identificar a cada secuestrado ya por vecinos que me decías “fulanito o sutanito fue secuestrado antier” y me iba yo mismo a hablar personalmente a su casa porque tenía mucho miedo de hablar ante policías y yo les explicaba que necesitaba que me señalaran el modus operandi sin que pusiera denuncia si no era su voluntad hacerlo, pero que me explicara cómo había sido todo el proceso para poder desarmar todas esas bandas y actuar en consecuencia. Así hablé con al menos 12 personas yo, y mi director de policía quizás con otras 12 personas adicionales. Y buscamos los puntos de coincidencia de cada uno de los secuestros. Esto fue durante el 2008 y principios del 2009 que fue la época más fuerte que tuvimos. Así recaudamos que una vez secuestrados los sacaban inmediatamente del municipio y había dos modus operandi. En algunos casos los ruleteaban por toda la ciudad, desde Sucre hasta Libertador, no los dejaban bajar del carro, mientras otro grupo de la misma banda hacía los contactos desde el celular de la víctima con sus familiares a los fines de comenzar la negociación del rescate y toda la noche se pasaba en ese poceso de negociación que le se;alaba un sitio determinado para dejar el rescate y luego la víctima era liberada en cualquier punto. Generalmente putos externos al municipio y básicamente muy cercanos a Guarenas.
El segundo modo era que algunos secuestrados fueron trasladados a un sitio, a un inmueble de características de clase media-baja o popular, custodiado por unas personas mientras otras hacían la negociación con los familiares y luego el proceso era básicamente lo mismo.

Viendo que hay muchos secuestros que no son denunciados y se quedan en las cifras negras, ¿cuán reales son las cifras que se manejan?
Gracias a que en Baruta estamos organizando muy bien a los vecinos, siempre nos enteramos del hecho. Muy posiblemente las personas se nieguen a hacer la denuncia formal pero creo que tenemos las cifras reales de los hecho porque siempre hay un vecino que nos contacta para decirnos que otro vecino fue secuestrado. Y los mismos secuestrados me han dicho para hablar directamente conmigo porque ya se ha corrido la voz de que nosotros hemos actuado personalmente en estos casos. Entonces creo que tenemos unas cifras reales bien aproximadas a la realidad y que el porcentaje de error en nuestras cifras debe ser muy bajo porque no usamos las cifras de denuncia formal, esa cifra es 0 porque nadie denuncia por miedo, y eso es típico de este tipo de delitos, pero sí hay formas de saberlo en municipios donde hay múltiples formas de comunicación entre los vecinos y sus autoridades.
Luego de realizar todas esas reuniones tenemos que realizar un plan de acción. Hemos hecho reuniones en todas las urbanizaciones del municipio para tener a los vecinos cada día más organizados en prevención. Hemos aumentado enormemente el patrullaje y los puntos de control policial, o lo que llaman alcabalas, que para nosotros han resultado excelente para bajar el índice delictivo de este tipo de secuestro.
En el primer semestre del año pasado pudimos detectar varias bandas y capturar varias bandas de secuestradores exprés. Una vez que veíamos cierto nerviosismo en la cara del conductor que estaba secuestrado y pasaba por un punto de control, tenía que bajar los vidrios e identificarse. En ese momento la policía no actúa, los deja seguir pero inmediatamente giramos la orden y el vehículo es seguido por todas partes a donde vaya y se logró capturar a 3 bandas en el primer semestre del anio pasado y entregarlas a la justicia.
Eso hizo que en el municipio las bandas dijeran “aquí no nos sirve” y comenzaron a mudarse, lamentablemente, a municipios vecinos como El Hatillo donde se disparó el secuestro exprés y aquí se vino hacia el piso. Por ejemplo, de los 3 secuestros ocurridos este anio hemos apresado a 2 bandas, entonces lo que hicimos fue un plan de acción que tiene muchas aristas que en las particularidades no se las puedo contar porque son absolutamente secretas y es información restringida porque si eso se sabe, nos desarman los planes de acción y tenemos que montar otros pero esas son las que le puedo decir: la comunicación vecinal es vital, la capacidad de respuesta que hemos alcanzado que en un máximo de 5 minutos estamos en cualquier sitio del municipio al recibir una llamada de emergencia y eso logra mucha efectividad. Y las bandas se comienzan a comunicar entre ellas y dicen “En Baruta no es negocio, vamos presos” y se van a otras zonas a cometer el delito.
Hemos conseguido que las personas le vayan perdiendo el miedo a identificar y a que se pueda procesar, porque el problema es que si no hay denuncia entonces los delincuentes vuelven a salir libres, y al salir libres pues vuelven a cometer el delito. La impunidad hace que repitan esos delitos.
En su mayoría son bandas que vienen de los Andes, de Maracay, del Estado Aragua a Caracas a delinquir y algunas son de Guarenas. Tienen siempre ramificaciones, hay algunas que están en barrios de Libertador y en barrios de Petare, entonces actúan en conjunto, y siempre nos ha coincidido que hay un ex policía o un policía activo de uno de los organismos nacionales.

¿Implicaciones de los funcionarios policiales en los secuestros?
Quizás hay policías más sanas que otras. Yo diría que policía de Chacao y de Baruta son casos excepcionales con respecto a esto y no hemos conseguido ningún implicado en este tipo de delito. Hay policías que están más dañadas. La Policía Metropolitana está sufriendo un problema interno muy grave, está en proceso de desaparición y los policías lo saben. Son once mil funcionarios de los cuales se pretende que pasen a la policía nacional tres mil. Han pasado dos mil y pasarán mil más, los que no tienen ningún expediente de acuerdo a lo que nos ha informado los miembros de seguridad del ministerio de interior y justicia. Quiere decir que hay miles de hombres que se van a quedar absolutamente desempleados, sin ningún otro oficio y sin capacidad las otras policías de absorberlos ni tampoco queriendo absorberlos porque traeríamos los vicios que ello puedan cargar. Esto ha originado que una gran parte de ellos estén haciendo del uso del uniforme y sobretodo del uso de su arma de reglamento para cometer delitos, desde la matraca en puntos de control que establecen y nosotros tenemos que llegar a controlar, hasta involucrados en bandas de secuestradores.
¿Porcentaje de implicados?
80%

¿Relación con lo demás municipios?
Hay coordinación perfecta con la policía de Chacao y Sucre. Policía del Hatillo está muy mal y nos han pedido apoyo. Estamos apoyando técnicamente la reformulación de la policía del Hatillo desde hace un mes. Tenemos coordinación completa con las otras policías para efectos de persecuciones intermunicipales, cuando alguien comete un delito y lo estamos persiguiendo y sale por Sucre o por Chacao nosotros tenemos conexiones completas.
¿Y con el municipio Libertador?
Con el municipio Libertador no hemos logrado nada de coordinación, lamentablemente. Los problemas políticos influyen en los problemas de seguridad y nos interesa mucho porque si hay un delito que traspasa Baruta y sigue hacia Libertador, nosotros perdemos jurisdicción. Podemos seguir la persecución pero no se logra la coordinación para el por delante.

¿A qué se debe el aumento exponencial, en general, de los secuestros?
Hay muchos factores, hace cuatro años comienza a existir el secuestro exprés como delito. Hace 3 años aumentó, hace 2 años hizo su clímax y el año pasado también estuvo alto y por lo menos en Baruta lo logramos bajar pro siguió alto en muchos sitios y este a; o se ha focalizado en algunos lugares, como te dije en el Hatillo ha sido muy duro el tema de los secuestros exprés.
Son muchas cosas, yo creo que en primer lugar hay un aparato judicial absolutamente corrompido que no deja preso a quienes tiene que dejar preso y eso hace que la impunidad avance y por supuesto que no haya sanciones a quien lo merece. Tu puedes tener las mejores leyes que sancionen el delito, pero si no tienes jueces que las apliquen sino que se corrompen y dejan libre a la persona que delinque, pues simplemente la ley queda escrita en un papel y más nada, como si no existiera.
En segundo lugar, la poca confianza que tiene el ciudadano con sus autoridades y funcionarios policiales a fin de lograr coordinarse con ella. Yo asumí en el caso de Baruta el compromiso de que el vecino crea en su policía y lo he logrado a través de las decenas de asambleas en cada urbanización para que se cree esa interrelación humana que permite que exista la confianza.
Por otro lado creo que los aparatos de investigación del Estado Nacional están colapsados como para poder investigar el modus operandi de cada banda y cómo desarticularla. En eso nosotros hemos podido establecer una unidad de investigación dentro de la policía de Baruta que no existía, y con eso toda la data que yo voy recabando de cada víctima va sistematizándose y va vertiéndose en planos y en mecanismos de investigación para lograr accionar en contra. Eso lo debería estar haciendo el Estado a nivel nacional responsablemente. Las policías municipales en su concepto orininario no son policías de investigación sino de prevención, pro en la falta de respuesta de los órganos de policía estadal yo tuve que asumirlo. Si no me iban a seguir secuestrando a la gente en Baruta y yo no puedo permitir eso.
También el exceso de confianza del ciudadano al no tomar medidas de prevención personal. Muchas veces el ciudadano va con señales de aviso: “Estoy aquí, secuéstrame” y el delincuente siempre está buscando la víctima perfecta y cada quien se puede vender como víctima perfecta o pasar desapercibido. Y así le estás facilitando el trabajo al secuestrador. Y yo quisiera un país en el que el Estado le garantizara la seguridad a sus ciudadanos como para exhibir lo que a cada quien le dé la gana, de acuerdo al esfuerzo personal que haya hecho. Pero en el país en el que estamos viviendo hay que restringirse de ciertas cosas para no ser la víctima perfecta.

¿Qué montos manejas que se pidan como rescate?
Generalmente comienzan por un monto alrededor de 300 millones (Bs.F.300.000), pero hay transacciones que terminan por 20 millones (Bs.F.20.000). Ellos van en las horas en que dura el secuestro averiguando el estatus económico de la persona y también si es exhibicionista o no de los bienes que pueda tener. Pero también influye que el delito de secuestro exprés no está concebido para que dure muchos días. Entonces las horas que pasan angustian a la gente pero también hacen que el monto baje. Porque la presión es que tienen a la víctima mucho tiempo y deben liberarla, así que le sacarán lo que puedan. Sobre todo cuando hay nocturnidad que cuando va amaneciendo comienzan a desesperarse y a cerrar negocio por el precio que sea.

¿Resolución de casos?
Tenemos ahorita el record nacional, tenemos más del 57% de los delitos ocurridos en Baruta resueltos desde que creamos la unidad de investigación. La media nacional es de 12%.

¿Ha habido medidas por parte del Estado Nacional para resolver este problema?
No, ninguna. Ningún plan ni operación de inteligencia que yo conozca. Apenas una ley de la Asamblea Nacional, y te repito, las leyes pueden estar ahí, pero si no hay juez que la aplique simplemente está publicada en Gaceta oficial. El problema base de todo delito en nuestro país es la impunidad. Aquí en Venezuela el 87% de los delitos no tienen consecuencia.
En Baruta el 75% de los criminales que atrapamos en flagrancia, cometiendo el delito, queda en libertad. Sólo el 25% queda detenido.
A nivel Nacional el 87% van para la calle o nunca se sabe quién los cometió. Sólo el 13% recibe juicio y sentencia. Entonces el país está al revés, en un país que le importa la vida de la gente y los bienes de la gente es justamente al revés la cifra.

Espero haberles sido útil.

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